Científicos aseguran que dentro de 10 años el calentamiento global será irreversible, como consecuencia la economía mundial caerá un 20 por ciento
Un informe británico, en el que por primera vez se relaciona la economía mundial y el calentamiento del planeta, ha encendido todas las alarmas: si no se toman medidas inmediatas para invertir el cambio climático las consecuencias serán irreversibles dentro de diez años. La economía mundial caerá un 20 por ciento, además de la catástrofe patrimonial y humanitaria, con 200 millones de refugiados.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) urgió a los 198 gobiernos que se reúnen en la Cumbre Mundial del Clima el próximo mes en Nairobi para que aceleren las negociaciones, para producir un documento que sustituya al protocolo de Kyoto sobre la reducción del efecto invernadero.
A juicio de la organización ecologista, el Informe Stern, encargado por el Gobierno británico, que advierte que si no se adoptan medidas urgentes para invertir los peores efectos del calentamiento del planeta las consecuencias serán irreversibles, es una llamada de alerta respecto a la necesidad de actuar.
"No hay excusas para retrasar la toma de acciones. El informe demuestra el enorme coste al que el mundo se enfrenta si no se aceleran las medidas al respecto y debe traducirse en medidas que los países tienen que realizar en este mismo momento", señaló en un comunicado el director del programa de cambio climático del WWF, Hans Verolme.
De acuerdo con las conclusiones del alto funcionario del gobierno británico Nicholas Stern, presentadas en Londres el 30 de octubre de 2006, la inacción en esa materia costará a la economía mundial entre un cinco y un 20 por ciento del Producto Interior Bruto, mientras que reducir las emisiones de CO2 ahora, como propone, representaría sólo un uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
LOS POBRES DEL PLANETA, LOS QUE MÁS SUFRIRÁN
No obstante, según el WWF la economía mundial no será la única que recibirá un duro golpe por las consecuencias de ese fenómeno, sino que los pobres del planeta serán los que más sufrirán por las sequías y otros desastres naturales exacerbados por el cambio climático.
Por ello, la organización solicitó a los representantes gubernamentales, que se reunirán el próximo mes en Nairobi, que garanticen que los países menos desarrollados puedan acceder a los fondos que ya se han comprometido para financiar mecanismos contra los impactos del cambio climático.
Asimismo, la Unión Europea debe demostrar que su autoproclamado liderazgo en la materia no se queda en agua de borrajas y que la Comisión Europea debe asegurar que el mecanismo europeo de cambio de emisiones empieza de una vez a reducirlas.
Ignorar el cambio climático de la Tierra puede tener consecuencias "desastrosas" para la economía, a un nivel similar a la Gran Depresión de 1930, y puede crear 200 millones de refugiados, según el informe elaborado por Nicholas Stern, asesor económico de la Administración británica y ex economista del Banco Mundial.
En la presentación de este estudio de 700 folios, considerado el más importante que encarga el gobierno laborista, el primer ministro británico, Tony Blair, aseguró que el mundo no se puede permitir dejar que pase el tiempo. Las pruebas científicas sobre el calentamiento de la Tierra son "abrumadoras" y las consecuencias "desastrosas", resaltó.
Además, puede crear millones de refugiados porque sus hogares pueden resultar dañados por sequías o inundaciones. El cambio climático puede afectar el acceso al agua potable, la producción de alimentos, la sanidad y el medio ambiente, mientras que millones de personas pasarán hambruna.
INVERTIR UN 1% DEL PIB Y REDUCIR EMISIONES CO2
Según pronostica el texto, es necesario invertir un uno por ciento del PIB global en medidas para hacer frente al actual problema del medio ambiente.
Las temperaturas globales pueden aumentar entre dos y tres grados centígrados en los próximos 50 años, mientras que de seguir en alza la emisión de gases contaminantes, el calentamiento puede ser aún mayor, con consecuencias para los países más pobres. Además, el informe propone incentivos sobre el uso de nuevas tecnologías de baja emisión de carbono.
De no tomarse medidas, advierte Stern, no sólo habrá millones de personas desplazadas, sino que una de cada seis personas en todo el mundo no tendrá acceso a agua potable.
La vida silvestre se verá perjudica y se calcula que numerosas especies pueden desaparecer.
Los países más pobres del mundo serán los primeros y los más perjudicados por el cambio climático, subrayó Stern, quien consideró que la comunidad internacional tiene la obligación de apoyarles.
Al presentar el informe en la Royal Society de Londres, Stern dijo que retrasar las medidas en 10 años situará al mundo en un "territorio peligroso" y "no debemos permitir cerrar esta oportunidad" pues "el cometido es urgente".
Pese a todo, el economista subrayó que es optimista, puesto que aún hay tiempo para evitar el peor impacto del cambio climático, siempre que "actuemos ahora y a nivel internacional".
El informe fue encargado en julio de 2005 por el ministro británico de Economía, Gordon Brown, quien ha contratado al ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, como asesor internacional en materia de medioambiente.
Brown informó de que presentará en el Parlamento un proyecto de Ley por el que el Gobierno se comprometerá a reducir las emisiones de dióxido de carbono en 60 por ciento para 2050.
LA OPINIÓN DEL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS
La Casa Blanca afirmó que el informe es un análisis más de la situación. El estudio "es una contribución más", indicó en un comunicado Kristen Hellmer, portavoz del Consejo de la Casa Blanca sobre Calidad Medioambiental, y recordó que el Gobierno de Estados Unidos ha "elaborado gran cantidad de estudios sobre el impacto económico del cambio climático".
Hellmer recordó que Estados Unidos está "encaminado para cumplir la meta del presidente estadounidense, George W. Bush, de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el 18 por ciento para 2012".
Fuentes del Gobierno británico indicaron que Londres confía aún en que Estados Unidos, no firmante de Kyoto y principal emisor del llamado gas de efecto invernadero, se convenza de la racionalidad económica de esa lucha y colabore con el resto del mundo en la lucha contra el calentamiento global.
El protocolo de Kyoto, creado en 1997 y que entró en vigor en febrero de este año, después de que fuera ratificado por Rusia, compromete a los países firmantes a reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, entre ellos el dióxido de carbono, procedente de la quema de combustibles fósiles.
Según las disposiciones del acuerdo, si Estados Unidos lo firmara tendría que haber eliminado al menos un tercio de sus emisiones de estos gases en el 2012, pero el presidente Bush se ha negado a rubricarlo.
Fuente: esmas.com
Viernes, 03 de Noviembre de 2006 |
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