Los diferentes virus que existen se pueden clasificar
dependiendo del medio a través del cual realizan
su infección y las técnicas utilizadas
para realizarla. Aunque bastantes de ellos tendrán
una característica especial por la que se asociarán
a un tipo concreto dentro de esta clasificación,
otros podrán formar parte de varios grupos diferentes.
Virus de Fichero: Este tipo de virus se encarga
de infectar programas o ficheros ejecutables (archivos
con extensiones EXE o COM). Al realizar la ejecución
de uno de estos programas, de forma directa o indirecta,
el virus se activa produciendo los efectos dañinos
que le caractericen en cada caso. La mayoría
de los virus existentes son de este tipo, pudiéndose
clasificar cada uno de ellos en función de su
modo de actuación.
Virus Residentes: Cuando se ponen en marcha,
la primera acción que realizan consiste en comprobar
si se cumplen todas las condiciones para atacar (fecha,
hora,... etc.). De no ser así, se colocan en
una zona de la memoria principal, esperando que se ejecute
algún programa. Si en alguna de las operaciones
que realiza el sistema operativo se trabajase con un
fichero ejecutable (programa) no infectado el virus
lo infectará. Para ello, el virus se añadirá
al programa que infecta, añadiendo su código
al propio código del fichero ejecutable (programa).
Virus de Acción Directa: En el momento
de su ejecución, el virus trata de replicarse
a sí mismo. Esto implica que creará copias
de sí mismo. Cumpliéndose unas determinadas
condiciones, propias en cada caso, se activará
pasando a realizar infecciones dentro del directorio
o carpeta en el que nos encontremos y dentro de los
directorios que se encuentran especificados en la línea
PATH (camino o ruta de directorios) dentro del fichero
AUTOEXEC.BAT (este fichero se encuentra siempre en la
raíz del disco duro, siendo un fichero de proceso
por lotes que realiza ciertas operaciones cuando se
enciende el ordenador). Es posible llevar a cabo la
desinfección, de los ficheros afectados por el
virus, dejándolos en un estado correcto.
Virus de Sobreescritura: Este tipo de virus
se caracteriza por no respetar la información
contenida en los ficheros que infecta, haciendo que
estos queden inservibles posteriormente. Pueden encontrarse
virus de sobreescritura que además son residentes
y otros que no lo son. Aunque la desinfección
es posible, no existe posibilidad de recuperar los ficheros
infectados, siendo la única alternativa posible
la eliminación de éstos.
Virus de Compañía: Para efectuar
sus operaciones de infección, los virus de compañía
pueden esperar en la memoria hasta que se lleve a cabo
la ejecución de algún programa (virus
residentes) o actuar directamente haciendo copias de
sí mismos (virus de acción directa). Al
contrario que los virus de sobreescritura o los residentes,
los virus de compañía no modifican los
ficheros que infectan. Cuando el sistema operativo está
trabajando (ejecutando programas, ficheros con extensiones
EXE y COM) puede ocurrir que éste, el S.O., tenga
que ejecutar un programa con un nombre determinado.
Si existen dos ficheros ejecutables con el mismo nombre
pero con diferentes extensiones (uno con extensión
EXE y otro con extensión COM), el sistema operativo
ejecutará en primer lugar el que lleve la extensión
COM.
Esta peculiaridad del sistema operativo es aprovechada
por los virus de compañía. En caso de
existir un fichero ejecutable con un determinado nombre
y extensión EXE, el virus se encargará
de crear otro fichero con el mismo nombre pero con extensión
COM haciéndolo invisible (oculto) al usuario
para evitar levantar sospechas. Este fichero que crea
será el propio virus y el sistema operativo,
al encontrarse con dos ficheros que llevan el mismo
nombre, ejecutará en primer lugar el de extensión
COM, siendo éste el virus que en ese preciso
instante realizará la infección. Tras
realizarse la ejecución del fichero COM correspondiente
al virus, éste devuelve el control al sistema
operativo para que ejecute el fichero EXE. De esta forma
el usuario no tendrá conocimiento de la infección
que en ese preciso instante ha tenido lugar.
Virus de Boot: El término Boot o Boot
Sector representa lo que también se denomina
"sector de arranque". Se trata de una sección
muy importante en un disco (disquete o disco duro),
en la cual se guarda la información sobre las
características de ese disco, además de
incluir un programa que permite arrancar el ordenador
con ese disco, determinando previamente si existe sistema
operativo en el mismo.
Este tipo de virus de Boot, no afectan a los ficheros
por lo que el contenido del disco no estará en
peligro a no ser que se intente arrancar el ordenador
con ese disco. Si esto ocurre, el virus realizará
la infección siguiendo una serie de pasos habituales:
1. Reserva un determinado espacio en memoria para que
éste no sea ocupado por ningún otro programa.
2.Después de hacer esto, se coloca en esa zona
reservada de la memoria.
3.Desde esa posición de memoria se encarga de
interceptar servicios que realiza el sistema operativo.
En cada ocasión que una aplicación del
S.O. llame a una función de acceso a ficheros,
el virus toma el control. De esta forma comprueba si
el disco al que se accede esta infectado y si no lo
está, lo infecta.
4.Una última operación que realiza es
volver a colocar el sector de arranque original (sin
infectar), cediéndole el control, de tal forma
que parezca no haber ocurrido nada. No obstante el virus
seguirá actuando.
5.Las infecciones de virus de Boot se suelen realizar
mediante disquetes siendo la protección contra
escritura en él, el mejor método de protección.
Virus de Macro: A diferencia de los tipos de
virus comentados anteriormente, los cuales infectan
programas (ficheros EXE o COM) o aplicaciones, los virus
de macro realizan infecciones sobre los ficheros que
se han creado con determinadas aplicaciones o programas.
Con ellos es posible crear documentos de texto, bases
de datos, hojas de cálculo,...etc. Cada uno de
estos tipos de ficheros puede tener adicionalmente unos
pequeños programas, denominados macros. Una macro
no es más que un micro-programa que el usuario
asocia al fichero que ha creado con determinadas aplicaciones
y que no depende del sistema operativo sino de acciones
determinadas que el usuario puede realizar dentro del
documento que la contiene. Mediante ellos es posible
automatizar conjuntos de operaciones para que se lleven
a cabo como una sola acción del usuario de forma
independiente sin necesidad de realizarlas una a una
manualmente.
Pues bien, estas macros son susceptibles de infección,
lo que significa que los virus (más concretamente
los de macro) pueden fijar sus objetivos de infección
en ellas. En este caso, al abrir un documento que contenga
macros, éstas se cargarán de forma automática
(ejecutándose o esperando que el usuario decida
ejecutarlas). En ese instante o posteriormente, el virus
actuará realizando cualquier tipo de operación
perjudicial. Al diferencia de lo que se piensa habitualmente,
los virus de macro pueden realizar acciones dañinas
de bastante importancia, propagándose en poco
tiempo de forma muy rápida.
Virus de enlace o de directorio: Los ficheros
son los documentos que contienen la información
real en la que se ha trabajado (textos, bases de datos,
hojas de cálculo, imágenes, sonido,...
etc.) o programas (extensiones EXE y COM) y otros tipos
de "elementos" que hacen posible la ejecución
de éstos. Cuando hablamos de un fichero, podemos
emplear indistintamente éste término,
o el de documento, o el de archivo. Para organizar toda
esta información, se crean directorios o carpetas
que son quienes contienen a los ficheros, pudiendo contener
también otras carpetas o directorios (subcarpetas
o subdirectorios). De esta forma, la estructura de un
disco se puede ver como una gran carpeta clasificadora
en la que los ficheros son guardados en determinadas
secciones (directorios o carpetas). Otra forma diferente
de presentar este concepto es pensar que el disco es
una mesa de despacho en la que tenemos cajones. Estos
cajones son los directorios, dentro de los cuales guardamos
hojas (que representarían a los documentos, ficheros
o archivos), pero que también pueden contener
subsecciones (subcarpetas o subdirectorios). En definitiva
el documento, fichero o archivos es el contenido y las
carpetas o directorios son el continente que alberga
dicho contenido.
Pues bien, el sistema informático deberá
conocer en todo momento información sobre un
determinado fichero, como el nombre que tiene y el lugar
(carpeta o directorio) en el que se encuentra (en el
que se ha guardado). Para ello le asignará una
dirección a la que se debería acceder
en caso de desear utilizar ese determinado fichero.
Los virus de enlace o directorio se encargan de alterar
estas direcciones para provocar la infección
de un determinado fichero. Si un programa (fichero EXE
o COM) se encuentra en una dirección concreta,
para ejecutarlo habrá que acceder a dicha dirección.
Sin embargo, el virus la habrá modificado con
anterioridad. Lo que hace es alterar esta dirección
para que apunte al lugar en el que se encuentra el virus,
guardando en otro lugar la dirección de acceso
correcta. De esta forma, cuando se pretenda ejecutar
el fichero, lo que se hará realmente es ejecutar
el virus.
Ya que este tipo de virus puede modificar
las direcciones donde se encuentran todos los ficheros
del disco (disco duro), su capacidad para infectar TODOS
éstos es real. De este modo, los virus de enlace
o directorio pueden infectar toda la información
contenida en un disco, pero les es imposible realizar
infecciones en unidades de red o agregarse a los ficheros
infectados. En caso de realizar un análisis del
disco en busca de errores (mediante programas como SCANDISK
o CHKDSK), se detectarán grandes cantidades de
errores que identifican todos los enlaces a los ficheros
que el virus ha modificado. No obstante, en este caso
sería mejor no recuperarlos ya que podría
producirse un caos en lo que al sistema de almacenamiento
de la información se refiere, que sería
más perjudicial si cabe.